Almas en pena de Inisherin (La resaca de los Óscar)

Almas en pena de Inisherin

 

Después de intentar ver hasta por dos veces la oscarizada película Todo a la vez en todas partes, y después de decidir, sin conseguir terminar de verla que aquello era un coñazo infumable, no me sentía con muchas ganas de ver las otras películas galardonadas este año, pues me temía que me iba a encontrar el mismo bodrio.

Con cierto escepticismo comenzamos anoche a ver Almas en pena de Inisherin, nominada en nueve ocasiones para los Óscar de este año, incluyendo entre ellas las de mejor película, mejor dirección y mejor guion original. La cosa empieza mal, primero porque es lenta y porque aparentemente no sucede nada, en la rotura de relaciones entre dos amigos pueblerinos, que viven en una solitaria isla, en medio de la bahía irlandesa de Galway. El título español además desconcierta un poco, porque uno piensa que esos dos extraños personajes, que no hacen grandes cosas ni tienen vidas extraordinarias, son las almas en pena de las que el título habla.

Sin embargo, la película va alcanzando poco a poco una tensión emocional sorprendente, y al final consigue atraparte y deslumbrarte. Ciertamente el guion es muy original, la película está muy bien narrada y su tensión dramática va creciendo de un modo lento, pero sostenido que al final la convierte en una gran película. Mucho mejor, desde luego, que la castaña del “Todo a la vez…”.

Una extraña maldición parece cernirse sobre aquellos dos amigos, mientras que una vieja agorera los acecha por los caminos y los callejones del pueblo, murmurando extrañas profecías.

El título original de la película es The Banshees of Inisherin, y hasta ahora la única ocurrencia que yo conocía de la palabras Banshees, era la de uno de mis grupos favoritos de los años setenta, Siouxie and the Banshees, por lo que yo siempre había creído que los banshees eran una especie de tribu india americana, semejante a los sioux. Pero nada más lejos de La Coruña que esta presunción.

Metiendo en efecto la palabra “Banshees” en el Google Translator, te sale en efecto directamente “almas en pena”. Pero, buscando un poquito más, me encuentro con que la palabra irlandesa banshee se refiere al “espíritu de mujer cuyo llanto presagia una muerte”. De modo que el personaje marginal de la película, la vieja agorera, termina siendo sin embargo la que le da sentido y significado a la película.

Se trata sin lugar a dudas de un peliculón, que produce una cierta desazón en el espectador, pero que desde luego resulta mucho más merecedora de la dignidad de haber sido nominada a la mejor película del año.

 


Título original: The Banshees of Inisherin
Año: 2022
Duración: 114 min.
País: Reino Unido
Dirección: Martin McDonagh
Guion: Martin McDonagh
Música: Carter Burwell
Reparto: Colin Farrell, Brendan Gleeson, Kerry Condon, Barry Keoghan, Pat Shortt, David Pearse, Gary Lydon, Jon Kenny

Por Miguel Cereceda

Miguel Cereceda es profesor de Estética y teoría de las artes en la Universidad Autónoma de Madrid, crítico de arte y comisario independiente de exposiciones. Ha publicado El lenguaje y el deseo, El origen de la mujer sujeto y Problemas del arte contemporáne@. Su último libro, sobre teoría de la crítica, "Parcial, apasionada, política", se publicó en la editorial Árdora, en Madrid, 2020. Ha sido profesor invitado en las universidades de Potsdam (República Federal Alemana) y UDLAP (México).