Fuera de lugar

Luis Francisco Pérez

La locución “fuera de lugar” nos señala básicamente un territorio otro, aquello que no corresponde a una determinada centralidad (geográfica en este caso), aunque ese mismo “centro” también se encuentre fuera de lugar con respecto a otro contexto más poderoso. De ahí que el título de esta exposición sirva por igual tanto como epígrafe ilustrativo de una concreta idea de “exposición de arte”, como de activa toma de posición ante la realidad que implica saberse “fuera de lugar”, y hacer de ello una manera creativa de vida y existencia. Por supuesto, esa toma de posición implica la defensa de un irrenunciable “orgullo de raíz”, que nada tiene que ver con planteamientos nacionalistas. Por tanto, es a partir de esta tensión dialéctica, entre centro y periferia, donde encontramos uno de los elementos discursivos más importantes que conforman el ideario estético de Néxodos, junto a la recuperación o interpretación de elementos artísticos procedentes del mundo rural.

José Ignacio Gil

Ahora bien, en Fuera de lugar, en tanto que exposición de objetos de arte, nos encontramos con una idea que está muy presente en gran parte de las obras expuestas, diría incluso que como elemento estructurador de un posible sentido unitario de la muestra. Me refiero a la dialéctica que se establece entre los términos latinos de Homo faber y Homo ludens. Es decir, entre una consideración práctica (o rural en su más noble acepción) del objeto creado (artístico o no), junto a la cualidad lúdica y ociosa (que siempre es artística) del Homo ludens.

Once son los artistas que han desplegado sus trabajos en la bonita y bien conservada nave central de la iglesia del Convento de Las Francesas. Es decir, a la idea de la exposición se agrega la intervención en un espacio que podemos calificar de “Histórico”. Y esta cualidad histórica ha sido muy bien leída por los artistas, pues han integrado sus respectivos discursos creativos (pintura, escultura, vídeo, instalación sonora, texto o lenguaje, dibujos…) en la arquitectura de la iglesia, sin interferir entre el espacio de acogida y las obras presentadas entre sí.

Tania Blanco, Jícara.

Pues hay, ciertamente, un innegable humor lúdico (e irónico) en las frases sobre lienzo de Javier R. Casado, escritas con maleza frotada y madera. Como lo hay también (de corte, quizá, más metafísico y filosófico) en los latines y en los vertiginosos espejos/lápidas de Javier Ayarza; o en las entrañables serigrafías y esculturas de chocolate de Tania Blanco, donde lo faber se disfraza de ludens y viceversa. ¿Y dónde puede estar mejor el altavoz de la instalación sonora de Nacho Román que en el púlpito (ludens total) desde donde se lanzaba el violento y acusador verbo contrarreformista? ¿Acaso las endemoniadas Campanas del diablo (una auténtica corona de espinas de estramonio, flor de brujas) realizada por Bettina Geisselmann no es la brillante demostración de una práctica del Homo faber con peligrosos fines y afanes? Como también lo son (faber por definición) los cuatro paseos grabados por Alejandro Martínez Parra, en dirección a los cuatro puntos cardinales, tomando la iglesia como centro y las afueras de la ciudad como periferia. En cambio, el altar mayor, ideado por María José Gómez Redondo es un magnífico ejemplo de la consideración lúdica de la propia realidad histórica y cultural. La estructura de losas de mármol, realizada por José Ignacio Gil, posee la rara evocación de diversos planteamientos artísticos y sociales, unidos en una forma (cuadrícula luterana) donde lo práctico se confunde con lo lúdico. Pero, si de territorios hablamos (límites, centros, periferias, afueras), los mapas genealógicos de Salim Malla en papel artesanal son necesarios como instrumentos prácticos (Homo faber), si bien no renuncia a la cualidad más puramente estética de su presencia (Homo ludens). Las esculturas con televisiones superpuestas de David Herguedas son como enormes San Cristóbal, llevando a hombros su propia y pesada tecnología, su propia cualidad práctica y su no menor cualidad de ocioso pasatiempo. Por último, en la abstracta (y refinada) instalación de Beatriz Castela (vidrio negro, foco LED y dibujos) contemplamos un alejamiento tanto de lo faber como de lo ludens. Si bien el resultado final se acerca a una consideración del arte como juego muy serio.

Vista general de la sala

“Fuera de lugar” es una magnífica muestra de arte muy bien pensada y exhibida. Y organizada no tanto desde una “periferia” (que también), pero sobre todo desde una conciencia estructurada a partir de un locus que es tanto físico y geográfico como social, cultural y antropológico. También mental. Pero un locus (es y no es Valladolid y Castilla y León) que desde la práctica artística se piensa y realiza a sí mismo como estructura de pensamiento crítico, ante la letal inercia de los Status quo cerrilmente aceptados. Ojalá todas las “periferias” artísticas partieran de tan inteligente premisa.

Para terminar el comentario de la exposición “Fuera de lugar”, creo necesario hablar también del colectivo de artistas que ha hecho posible esta iniciativa. “Néxodos. Creación contemporánea y periferias” se creó en el 2017 como colectivo, y un año después se registró como asociación sin ánimo de lucro. La sede social de Néxodos está en Valladolid, si bien su radio de acción abarca toda la Comunidad de Castilla y León, y más en concreto las localidades de Monzón de Campos, en Palencia, donde en un antiguo matadero mantienen un espacio artístico y cultural; al igual que es en Portillo, Valladolid, donde han establecido un centro de estudio, recuperación y práctica de la tradición alfarera de la región. En la cercana comunidad de Asturias, en San Román de Cándamo, han organizado hasta la fecha tres ediciones del llamado Encuentro de Creación Contemporánea y Medio Rural.

Bettina Geisselmann

En la actualidad Néxodos lo forman 19 artistas, y es de justicia señalar el antecedente, sin ser exactamente lo mismo, de A UA CRAG, colectivo de Aranda de Duero, Burgos, que estuvo en activo entre 1985 y 1997, siquiera sea porque Javier Ayarza, integrante muy activo de Néxodos, lo fue igualmente del colectivo burgalés, al igual que Alejandro Martínez Parra, que participa en “Fuera de lugar”, también formó parte de A UA CRAG.


FUERA DE LUGAR | Iglesia de Las Francesas (Valladolid)

13 enero al 12 febrero 2023