Un estudio sobre el arte gráfico como forma de resistencia social y política
Rosita Mariella
Los elementos gráficos desempeñan un papel crucial en las practicas artísticas contemporáneas, aún más desde el surgimiento de los medios de comunicación de masas. Esto es especialmente cierto si pensamos en cómo el arte gráfico ha sido utilizado repetidamente por los artistas latinoamericanos como forma de resistencia, en una época en la que las aversiones no podían ser una opción. Códigos, símbolos y escritura —a menudo fusionados con la performance— representaban la única forma de ejercer la libertad de expresión, sin ser censurados o perseguidos, una vía de escape del contexto político opresivo de las dictaduras.
La exposición Giro Grafico: Como en el muro la hiedra, abierta al público hasta el 13 de octubre de 2022 en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, ofrece recorridos amplios y complejos para abordar cuestiones sociales y políticas del pasado que aún resuenan en el presente.
Desaparecidos, protestas LGBT, movimientos pro derechos indígenas, e intervenciones de Estados Unidos en países latinoamericanos, son sólo algunos de los muchos temas abordados en esta diversa y amplia exposición de arte. La misma es el resultado de una investigación colectiva, realizada y posteriormente comisariada por la Red Conceptualismos del Sur, un amplio grupo de investigadores, fundado en 2007 y comprometido en las disputas epistemológicas, artísticas y políticas de la vida contemporánea. Su enfoque interdisciplinario, que involucra la práctica artística, la investigación y el activismo, junto con su estructura organizativa, basada en conexiones afectivas, tiene como objetivo producir nuevas formas de conocimiento y de desobediencia política, marcadas por un posicionamiento geopolítico horizontal, a favor de un justo equilibrio entre los «centros» y las «periferias» del mundo.
Además de trabajos gráficos de colectivos artísticos y activistas, la exposición también presenta obras de renombrados artistas latinoamericanos como Mirtha Dermisache, Julio Le Parc y Claudio Perna. Tal y como lo explica el equipo curatorial, la exposición “no pretende ser un mapeo exhaustivo o panorámico de la gráfica política en América Latina, sino una iniciativa que conecta episodios y prácticas dispersas y fragmentarias”. Sin embargo, lo que unifica todo lo expuesto es la utilización del medio grafico con voluntad de lucha social y política. Un medio que cuestiona, gracias a su capacidad de reproducirse de manera múltiple y barata, es decir, democrática. Sobre todos si lo comparamos con la lógica de unicidad y autenticidad, típica del mundo del arte y de su comercialización. Asimismo, la elección de prácticas como el bordado y el tejido no es nada casual, sino que está vinculada con el tiempo lento y largo que el duelo requiere para la muerte de victimas inocentes. Los medios gráficos presentes en la exposición, así como sus contenidos, sirven de estrategia para dar voz a lo subalterno y a lo oculto como, por ejemplo, los datos estadísticos alarmantes que denuncian injusticias sociales que los gobiernos intentan olvidar.
En este sentido, las instalaciones expuestas en Giro Grafico arrojan luz sobre cuestiones políticas del pasado que han sido ignoradas o tratadas de forma superficial, especialmente a nivel internacional. Además, la exposición aborda también cuestiones urgentes de género, ecología y asuntos poscoloniales. Son estos aspectos, combinados con el enfoque experimental del comisariado de arte, los que han hecho de Giro Grafico un ejemplo tan poderoso de educación política a través de medios visuales.
La muestra podrá verse hasta octubre 2022 en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y viajará en noviembre al Museo Universitario Arte Contemporáneo en Ciudad de México.