Quemaron la casa y luego dispararon sobre los que querían huir.

Historia de la represión indígena, en el Estado de Puebla, México.

Proyecto artístico de Ulises Matamoros, Contra-monumento a los mártires del 6 de junio, 2020.

“Allí estaba el comité, esa casa de “palma” (…). Todos eran indígenas. Se reunían allí, tocaban en la banda para hacer acuerdos secretos. Todos estaban en la banda; mientras unos tocaban, otros hablaban de cómo iban a hacer, para que la gente “de razón” (Ndajua) no los escuchara; por eso los Ndajua prendieron fuego al comité. En esos tiempos era pura política. Se perdieron siete vidas, también se perdieron varios papeles. Después de eso no hubo banda». Testimonio de Pedro Ochoa (+).

Homenaje popular a las víctimas del 6 de junio.
Santa Inés Auhatempan, Puebla, México.

El monumento 6 de junio conmemora uno de los capítulos más significativos de la historia indígena de Santa Inés Ahuatempan: la quema del “Comité” con todos sus miembros dentro. El comité era la sede de una asociación campesina, creada para discutir la organización del pueblo y el reparto de las tierras. Este monumento de carácter no oficial fue construido por una comitiva popular del Barrio de San Antonio Tierra Negra y Tierra Colorada para conmemorar y rendir homenaje a sus vecinos indígenas, asesinados por “rebelarse” contra el gobierno municipal, que les impedía reunirse, pues consideraba un peligro que los “indios” tratasen de tomar el poder político, para reclamar sus derechos. Se sumaba a esto la tensión histórica por las disputas raciales, el “derecho” a la tierra, y la exclusión lingüística entre Ngibas (de los barrios) y Ndajuas o “Gente de Razón” (del centro).

Monumento popular a los mártires del 6 de junio.
Santa Inés Auhatempan, Puebla, México.

El CONTRA MONUMENTO A LOS MARTIRES DEL 6 DE JUNIO es una “comitiva popular”, coordinada por Ulises Matamoros que, a partir del trabajo colectivo, recogiendo narraciones y testimonios orales, reconstruye los acontecimientos ocurridos el 6 de junio de 1932 en el ataque y la quema del Comité. Esta reconstrucción está integrada por testimonios en formato escrito; una colección de documentos históricos recuperados; una serie de ilustraciones, que, a manera de narrativa visual, representan los hechos ocurridos el 6 de junio.

Acompañan, a la “reconstrucción de los acontecimientos”, dos modelados 3D hechos por computadora, un levantamiento topográfico del sitio (usando tecnología láser); una réplica del monumento original escala 1:1 y una serie de ilustraciones que representan elementos u objetos significativos que van apareciendo en el relato de los distintos testimonios.

Ulises Matamoros, Boceto para la recreación del monumento a los mártires del 6 de junio.

Por Miguel Cereceda

Miguel Cereceda es profesor de Estética y teoría de las artes en la Universidad Autónoma de Madrid, crítico de arte y comisario independiente de exposiciones. Ha publicado El lenguaje y el deseo, El origen de la mujer sujeto y Problemas del arte contemporáne@. Su último libro, sobre teoría de la crítica, "Parcial, apasionada, política", se publicó en la editorial Árdora, en Madrid, 2020. Ha sido profesor invitado en las universidades de Potsdam (República Federal Alemana) y UDLAP (México).