Título original: Van Gogh– Of Wheat Fields and Clouded Skies.
Director: Giovanni Piscaglia
Guion: Mateo Moneta
Música original: Remo Anzovin
Con la colaboración de Valeria Bruni Tedeschi
Documental. 85 minutos.
Año: 2018.
Estreno en España: 25 de febrero de 2019.
Van Gogh: de los campos de trigo… es un documental de la serie “Los grandes del Arte en el cine”. Nos sitúa frente a la obra de Van Gogh, desde la colección de Helene Kröller-Müller, su mayor coleccionista. De hecho, el documental se centra, en un principio, en la vida y personalidad de Helene.
Van Gogh fue un joven aficionado al dibujo, pero no parecía que fuese a dedicarse a la pintura realmente. Pasó por ser pastor protestante y misionero en Bélgica. Pero allí mismo comenzó su primer cuadro, sobre campesinos y mineros: Los comedores de patatas.
Su afición se convirtió en casi una obsesión. En diez años, pintó unos novecientos cuadros y mil seiscientos magníficos dibujos. En vida no fue reconocido en absoluto como artista. El documental pasa bastante de puntillas sobre su vida amorosa, bastante frustrante.
El hilo conductor de esta producción es la relación epistolar incesante, con su hermano Theo. Cartas bien escritas, llenas de coherencia y de reflexiones existenciales muy certeras. Vincent no era un perturbado, aunque puntualmente padeció brotes psicóticos —como el famoso episodio de la oreja—, pero no era un tipo irracional o irreflexivo. Incluso sus cartas desde el sanatorio de Saint-Rémy, en Provenza, son bastante sensatas.
Hoy en día, hay varias interpretaciones acerca de su estado mental: desde el trastorno límite de personalidad, hasta la demencia producida por la sífilis. Pero parece bastante poco verosímil el diagnóstico de epilepsia que le hicieron sus propios médicos, aunque no es imposible que sufriera episodios espasmódicos puntualmente. Ocurre lo mismo con las distintas versiones de su muerte, que van desde el suicidio, hasta el homicidio imprudente, provocado accidentalmente por unos niños, que es la versión más reciente y que no aparece en este documental.
Es muy interesante el recorrido por la Basílica Palladiana de Vicenza, en especial por sus dibujos y por las cuarenta pinturas de la colección de Helene Kröller-Müller. Actualmente están en Holanda, en una especie de casa de campo museo, en Otterlo.
El documental muestra la metodología de su pintura no como un arrebato, sino más bien como el fruto de un entramado de estudios y bocetos muy elaborados.
Aunque en París Vincent Van Gogh conoció a Seurat, Signac, Pissaro o Cézanne —todos ellos admiradores del arte japonés—, se hizo especialmente amigo de Gauguin, y es con él con quien quiso irse a trabajar en su retiro a la campiña provenzana. Pero Gauguin estaba triunfando ya en París y le abandonó, en cierto modo, a su propia decadencia.
Aunque en vida pasase desapercibido, el legado de Van Gogh ha servido de inspiración al expresionismo alemán y a los fauvistas. Fue gracias a su hermano Theo, que su obra alcanzó este reconocimiento. Pues fue él quien realmente hizo una excelente labor de marketing, con la colección de su hermano fallecido.
Actualmente se estrena también en nuestro país otra película dedicada al artista holandés, Van Gogh a las puertas de la eternidad, dirigida por Julian Schnabel, más centrada en la personalidad y en la vida de Vincent, y de la que hablaremos en artesycosas.es en breve.