Silvia Pérez Cruz: voz, sentimiento y carisma | Revista Artes y Cosas

 

Por Gemma Solá

Silvia Pérez Cruz, nacida en Palafrugell, Girona, es una joven cantante de folk catalán con una amplia trayectoria en el jazz, el flamenco y la música clásica, que ha conseguido triunfar con una propuesta musical muy personal.

Nadie podía esperar que su música, tan ajena a lo comercial y alejada de tendencias y de modas, pudiera romper un pequeño círculo de entendidos y alcanzar el éxito.

En este caso nada es fruto de la casualidad o del azar, Silvia posee una gran voz, una asombrosa capacidad para abordar diferentes estilos y un carisma escénico que hacen que sea una artista única y una intérprete muy solicitada por reputados músicos de los más diversos ámbitos.

Su voz está considerada como una de las más bellas de nuestro país.

Refinada y cálida, esta puede ser desgarrada, honda, dulce, enigmática y envolvente en cada canción. Además, se siente cómoda en cualquier estilo: flamenco, bossanova, jazz, folk, fado, copla o bolero y es capaz de versionar canciones con arreglos de riesgo dejando un sello personal e inconfundible.

Si a ello añadimos su manera de interpretar las canciones, su dulzura y su presencia escénica, no es de extrañar que su música triunfe y cautive a un público que cada día es más numeroso.

Silvia Pérez Cruz también compone y toca la guitarra, el piano, el clarinete y el saxo. Su formación musical es impresionante. Desde niña estudia solfeo, piano clásico y saxo clásico y es licenciada en canto-jazz por la ESMUC.

Empezó a cantar con su padre, en su pueblo, en la playa de Calella de Palafrugell, lugar típico de tabernas de habaneras. Su padre, Cástor Pérez, que era guitarrista y cantante, siempre iba por esos bares y ella solía cantar con él, consiguiendo emocionar a la gente que la escuchaba con apenas diez años.