A pesar de que en su momento fuese premio Nobel de literatura (1911), me temo que ya nadie lee a Maeterlink. Como poeta estuvo vinculado a la tradición simbolista y, como dramaturgo, sus obras se estrenaron en París y en Moscú, garantizándole un reconocimiento internacional. Como pensador desarrolló una filosofía animista que, sin acercarse al espiritismo de la época, trataba de pensar el alma de las cosas. Enfrentado, sin duda, al materialismo, Maeterlink trató de elaborar una metafísica de la naturaleza y de la vida, heredera de la tradición romántica y, especialmente, de la filosofía de la naturaleza de Schelling y del pensamiento místico-naturalista de Novalis. Su ensayo sobre La inteligencia de las flores (1907) puede ser leído todavía con gusto por los modernos ecologistas, y sus trabajos de entomólogo sobre La vida de las abejas (1901), La vida de las termitas (1927) y La vida de las hormigas (1930) eran un intento deliberado de oponerse a la doctrina darwinista de la evolución, mostrando no solo que no es la lucha por la vida lo que produce la evolución de las especies, sino más bien la cooperación entre los animales y las plantas, lo que genera una especie de alma colectiva. La unidad y la vida de un hormiguero —dice Maeterlink— puede ser pensada como la unidad y la vida del cuerpo humano, en el que millones de células vivas e independientes trabajan y cooperan en una misma dirección.
Algo de todo esto se expresa en la más famosa de sus obras teatrales: El pájaro azul, escrita en 1908 con la apariencia de cuento infantil, y estrenada ese mismo año en Moscú, en una fantástica puesta en escena, desarrollada nada menos que por el gran Konstantín Stanislavski. La misma obra fue presentada en París tres años más tarde y, desde entonces, se hizo mundialmente famosa. El pájaro azul fue llevada a Broadway en 1910, y allí estuvo en cartelera nada menos que catorce temporadas seguidas, hasta 1924. La primera versión cinematográfica se hizo también en 1910 y de ella se han hecho numerosas y diferentes producciones. En 1940 fue representada en el cine por una empalagosa Shirley Temple y, todavía en 1976, fue de nuevo llevada a la gran pantalla, en una interesante super producción ruso-americana, dirigida por George Cukor, y protagonizada por Liz Taylor, con la participación de actrices como Jane Fonda y Ava Gardner. De la misma obra se hizo en 1919 una ópera, escrita y dirigida por Albert Wolff, que se representó en el Metropolitan; e incluso se han hecho películas japonesas de dibujos animados y hasta serie infantiles.
No solo por esta larga tradición escenográfica y cinematográfica, sino sobre todo por el gran número de actores que su producción requiere, así como por los numerosos y constantes cambios de escena, parece una pieza difícil de montar, incluso contando con un presupuesto abultado.
Dicen que la fortuna ayuda a los audaces, y a la pequeña compañía Daymon says, dirigida por Alex Rojo, desde luego no parece faltarle la audacia. Con solamente siete actores y un par de técnicos se atreven con el montaje de esta ambiciosa pieza que, en su versión original, exige hasta veinte actores diferentes, cantantes, músicos y bailarines. Como un cuerpo sin embargo bien disciplinado y bien organizado, la pequeña agrupación asume, como un solo hombre, la representación de esta compleja, onírica y simbolista obra y la resuelve con cierto éxito. Da gusto ver la versatilidad de sus actores y actrices, sus rápidos cambios de papel y la sencillez y ligereza con que, gracias a la ilusión, consiguen transformar la escena. Da gusto ver la fuerza escénica del conjunto, su gracia para el canto y para el baile, y su energía interpretativa. Salvo los dos protagonistas, no hay en este pequeño grupo un solo actor que no asuma al menos la representación de tres papeles diferentes que aparecen con personalidad propia. Dicen que la fortuna ayuda a los audaces.
El pájaro azul
De Maurice Maeterlinck y Álex Rojo
Centro Cultural de la Villa, Fernán Gómez
Sala Jardiel Poncela
Madrid, del 3 al 21 de marzo de 2021
Ficha artística:
Autor: Maurice Maeterlinck.
Elenco: Adrián Rico, Macarena Robledo, Irene Álvarez, Andrea Viña, Ángel Mauri, Daniel Brotons, Lucas Ares.
Versión y dirección: Álex Rojo.
Música: Álex Rojo.
Diseño de Escenografía y vestuario: Javier Noriega.
Iluminación: Víctor Longás.
Producción: Daimon Says.