Así de primeras me viene a la cabeza la definición de sinsorgada. Esta película es una sinsorgada y es de agradecer que, lejos de la moda más reciente, con metrajes insoportablemente largos, esta película se acabe pronto. O tal vez no. Puede que si supiéramos a dónde va a ir a parar la historia, tuviera algún sentido. Pues el argumento puede ser muy interesante. Dos machos muy machos que antaño fueron pistoleros y que tuvieron un breve escarceo amoroso durante un mes, se reencuentran veinticinco años después. Uno de ellos es actualmente el sheriff de Bitter Creek (de hecho se le llama sheriff Jake, que es como de risa), el otro es Silva, un ranchero cuyo hijo se ha cargado a la cuñada del sheriff.
El caso es que el vaquero mexicano y el sheriff reviven su antigua pasión por una noche. A la mañana siguiente, y con mucho regodeo en el tema outfit, el sheriff se baña, le presta unos calzoncillos a Silva, muy blanquitos de popelín y se calza una camisa vaquera preciosa y una chaquetita entallada. Y entonces empieza una persecución absurda. El sheriff se va detrás del ranchero —cuyo rancho es diminuto y como de Playmobil— que acaba de partir unos minutos antes a caballo. La impresión de la persecución es que se rueda en unos doscientos metros y es un poco ridícula.
Tiroteo, vendajes con trozos de sábana y una moraleja: entre los hombres también hay fraternidad y pueden cuidarse mutuamente. O tal vez la moraleja sea: lo testosterónico no quita lo homosexual. No sé. Supongo que si este mediometraje no lo hubiera rodado Almodóvar y presentado en Cannes, no llegaría ni a exhibirse en los cines.
Más que un homenaje al género western parece en cierto modo una caricatura.
Extraña forma de vida.
Estreno 26 de mayo de 2023
Género: western
Guion de Pedro Almodóvar.
Dirección Pedro Almodóvar.
Protagonizada por Ethan Hawke y Pedro Pascal.
Duración 28′