Entre realidad y ficción: el arte performativo de Chiara Fumai

Rosita Mariella

 

Comisariada por Milovan Farronato y Francesco Urbano Ragazzi, la exposición Poemas que nunca mostraré. Chiara Fumai 2007-2017 en la Casa Encendida presenta la primera retrospectiva en España dedicada a la artista italiana fallecida prematuramente a la edad de 39 años. El título de la exposición se refiere a un lema que apareció en unas de las últimas obras inacabadas de la artista, y nos lleva a recordar su actitud hacia la utilización en sus performances de voces y palabras de otros personajes, elegidos por su necesidad de ser redimidos.

A través de una amplia selección de instalaciones, collages, vídeos, dibujos y fotografías, nos sumergimos en el mundo embrujado y místico de Chiara Fumai, artista que dedicó su práctica artística al desarrollo del lenguaje de la performance y al análisis de la condición femenina en el siglo XXI. Reencarnándose en personajes históricos, como la mujer barbuda Annie Jones, la anarquista Valerie Solanas, la terrorista Ulrike Meinhof o la escritora feminista y crítica de arte Carla Lonzi, Fumai intenta dar a estas mujeres del pasado nueva vida y nuevos significados. Todas ellas eran elegidas especialmente por sus historias no contadas. Pues eran marginadas, rebeldes o consideradas ‘frikis’, y por eso voluntariamente olvidadas o distorsionadas en sus representaciones, a lo largo de una historia dominada por el patriarcado.

Distintas personalidades se encuentran en un solo cuerpo, en una sola voz, para ser reanimadas y releídas en un constante proceso de inmersión. Milovan Farronato describe así el proceso performativo de la artista: “Su cuerpo se convertía en anfitrión mientras los personajes se alteraban y multiplicaban, usándola constantemente como un medio sin finalidad”.

Fumai se presenta entonces como portavoz de sus personajes, de sus ‘hermanas’, como les solía llamar, y exalta sus aspectos más militantes y combativos. Ellas gritan, escupen, se burlan del género masculino, son activistas enfadadas, que reaccionan contra ser calladas, negadas u ocultadas por los hombres.

A veces su actuación era tan poderosa que el mundo real y el ficticio acababan por confundirse y vivir en simbiosis, tal y como le ocurría en su vida privada. Chiara admitía su malestar, que ya percibía desde la adolescencia. Malestar vinculado a esta sensación de desintegración de su identidad, de dispersión del propio ser y del propio cuerpo. Tal vez por ello, su manera de interpretar era única, pues consistía en verdaderas sesiones de espiritismo, en procesos de absorción, para la elevación y liberación de sus compañeras. Sus métodos se basaban en la actividad psíquica, el ilusionismo, los espectáculos freak, la autohipnosis.

La exposición Poemas que nunca mostraré se divide en dos salas principales que recrean espacios muy significativos de la vida y la carrera de la artista: su casa estudio y la cabaña de madera expuesta en dOCUMENTA 13.

Paseando por el atelier reconstruido de Chiara Fumai, el espectador tiene la ocasión de observar desde muy cerca todas las referencias y las inspiraciones que han permitido la realización de sus actuaciones. Así como los objetos que formaban parte de dichas performances. Encontramos bocetos, libros, hermosos collages, vinilos e incluso su dormitorio, su mesa de trabajo y el vestuario que utilizaba para travestirse. Justo en este espacio nos damos cuenta de la relevancia del ocultismo, la teología, la política y el esoterismo en el trabajo de Chiara, y empezamos a entenderla de una manera más intima y cercana. En esta sala encontramos célebres obras como Shut up, Actually talk del 2013, donde Chiara se traviste de Zalumma Agra para anunciar el manifestó filosófico feminista, escrito en 1977 por Carla Lonzi y el grupo feminista italiano Rivolta Femminile; así como Free like a speech of a socialist, donde se ve a la artista encarnarse en el ilusionista Harry Houdini, gritando a través de un megáfono, una carta escrita por Rosa Luxemburgo a su amiga feminista y socialista Sophie Liebknecht. Entre dichas obras, los espectadores pueden contemplar en la pared los famosos collages de la artista.

El segundo espacio alberga la reconstrucción de The Moral Exhibition House, o sea, la instalación que la artista presentó en la Documenta de Kassel 2012, en la que se sucedieron diversas sesiones performativas alusivas al feminismo radical y al espiritismo. A través de esta obra, Chiara Fumai lleva a los espectadores hacia una dimensión atemporal, que propone una respuesta feminista a la casa de la bruja de Hansel y Gretel de los hermanos Grimm, basados en Kassel. En esta pieza se centra principalmente en dos mujeres ya mencionadas: Annie Jones, una dama de la época victoriana que nació con un severo problema de hirsutismo y supo convertir su diferencia en virtud; y Zalumma Agra, conocida como «La Estrella de Oriente» y utilizada como ejemplo de pureza racial circasiana. Se trataba de mujeres que eran consideradas peligrosas por vivir libremente y contra las convenciones, y que para la artista se convierten en argumento feminista.

La exposición, realizada en colaboración con el Centre d´Art Contemporain de Genève (Ginebra), La Loge (Bruselas) y el Centro Luigi Pecci de Prato, pretende preservar la memoria de Chiara Fumai y abarca una gran cantidad de elementos de su práctica artística, con el simple intento de materializar sus performances. Performances que la artista se negó a documentar, para evitar victimizaciones y clichés, y para no dejarse reducir a su condición de artista femenina.


Poemas que nunca mostraré. Chiara Fumai 2007-2017
4 de febrero – 1 de mayo 2022
La Casa Encendida, Rda. de Valencia, 2, 28012 Madrid