Director: Francesco Invernizzi
Duración: 90 minutos
Documental, Italia, 2018
El pasado 20 de febrero de 2018 se clausuraba en la Galleria Borghese de Roma una soberbia exposición, consagrada a presentar toda la obra del genial escultor italiano Gian Lorenzo Bernini. A diferencia de la gran escultura de Miguel Ángel o de toda la gran imaginería clásica, la obra de Bernini se caracterizó por introducir la emoción y el sentimiento en sus composiciones. Mientras que el gigantesco David de Miguel Ángel mantiene un rostro apacible y sereno, como el de la estatuaria clásica, el David de Bernini tiene un rostro lleno de rabia y de ambición. Se muerde los labios, mientras prepara la honda para arrojar la piedra contra Goliat. Es más, cuando Bernini esculpe el Rapto de Proserpina, no deja de trazar unas lágrimas que corren sobre el rostro de la doncella, arrebatada por el dios de los infiernos. ¿Cuándo empezó la escultura a querer manifestar también la expresión de los sentimientos? Roland Barthes decía que tal vez sería necesario escribir una historia de las lágrimas. Tal vez sea un poco exagerado atribuirle a Bernini esta invención, pero es cierto en cualquier caso que, en su trabajo, el giro expresivo, barrocamente teatralizado, resulta espectacular.
Para los que no tuvimos la suerte y la oportunidad de ver la mencionada exposición, la propia Galleria Borghese comisionó una película de largometraje sobre la misma, que es la que ahora se presenta al público en España. Puede resultar extraño para el aficionado el acercarse al cine para ver una exposición de escultura. La ventaja no es solo la de poder contemplar las obras de Bernini con un detalle asombroso, sino también la de poder asistir a una verdadera lección de historia del arte.