El Reina Sofía dedica una retrospectiva al artista uruguayo Luis Camnitzer

El Museo Reina Sofía presenta «Luis Camnitzer. Hospicio de utopías fallidas», una retrospectiva con más de 90 obras entre vídeos, fotografías, collages, grabados e instalaciones del artista uruguayo-alemán que se complementa con una escuela para ensalzar la labor pedagógica de Camnitzer.
«Es sin duda un maestro. Utilizo esta palabra en todos los sentidos posibles: es una de las figuras clave del arte conceptual, del arte trabajado en contexto, y porque para él la educación es fundamental, es una parte esencial de su práctica», ha asegurado hoy en la presentación de la muestra el director del museo, Manuel Borja-Villel.
Camnitzer (Lübeck, Alemania, 1937), una de las figuras imprescindibles del arte contemporáneo latinoamericano, ha apuntado que para esta muestra sienta que lo «único» que ha hecho ha sido poner la «materia prima».

«Yo soy un artista, pienso como artista, uso el pensamiento artístico, y uso el arte como la forma de medir todo lo que hago», ha comentado Camnitzer, que ha desarrollado una prolífica obra como ensayista, crítico de arte, comisario de exposiciones, pedagogo, conferenciante y creador de acciones y de objetos.
La exposición propone una revisión de toda la carrera de Camnitzer a través de sus trabajos más emblemáticos, atendiendo a los conceptos clave sobre los que ha trabajado: la desmitificación del papel del artista en la sociedad de consumo, la capacidad artística del lenguaje, la desmaterialización del objeto artístico, el poder evocador de las imágenes y la implicación activa del espectador.
«Era absolutamente necesario para el espectador tener ciertas guías y ciertas pautas conceptuales para entender lo que hace Camnitzer. Aunque a mí no me gusta imponer sobre el espectador una lectura específica, consideré que era absolutamente necesario hacer ciertos guiños conceptuales», ha explicado el comisario de la muestra, Octavio Zaya.

 

«Hospicio de utopías fallidas» se despliega en torno a tres ejes temáticos abiertos en el transcurso de las prácticas artísticas a lo largo de casi sesenta años de este artista multifacético.
El primer eje es el «conceptualismo de Camnitzer», acuñado así porque, tomando como punto de partida la desmaterializción del objeto artístico y la relación del arte, plantea procesos que abordan la realidad política y social.
El segundo eje es el desenlace natural del anterior, es decir, obras más declarativas en las que los elementos visuales adquieren mayor prominencia en una suerte de «arte político».
Por último, el tercer eje presta atención a la labor educativa de Camnitzer y a su defensa de un arte y educación que funcionen como un «todo indivisible».
Así, el Museo ha creado en paralelo a la exposición el proyecto «Escuela Perturbable», un programa extendido de estudios, residencias y producciones culturales que pretender no ser un programa pedagógico, sino como una experiencia de aprendizaje.
«Es súper importante que el trabajo que ha hecho Luis en educación estuviese presente en la muestra», ha explicado la jefa del área de Educación de la pinacoteca, María Caso, sobre este proyecto que le va a «dar la vuelta» al formato de expositivo a través de una perspectiva «crítica y feminista». (EFE)