Yolanda Relinque. El vacío que deja la vida | Revista Artes y Cosas

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Empezamos hablando de nuestras madres: las dos eran modistas. La suya por suerte está viva y en activo.

En un primer vistazo al trabajo de Yolanda Relinque se percibe miedo, casi pánico. Y ternura. Parecen sentimientos difícilmente conjugables. Pero están ahí, en su trabajo. Y se advierte también una llamada que proclama, como desde el abismo, supervivencia. Estas experiencias sombrías y abismales se encuentran, cuando una se acerca a la obra de Yolanda Relinque. Por supuesto la influencia de su maestro, el gran Pedro Castrortega, está muy presente también

De niña, Yolanda, aprendió a coser y —lo que es más complicado— a cortar. Hacía ropita a sus muñecas, ganchillos y bordados, como un juego. Tal vez por ello, estudió diseño de moda, y llegó a la escultura desde las telas, desde los retalitos de sus juegos de niña: “Para mí la tela es la piel —me dice—. Es un material textural, táctil, por el que podemos llegar a los recuerdos”.

A ella le gusta que la obra se pueda percibir entera, no tan sólo la parte de delante o la de atrás. Por eso le gustan las telas. Pues la tela es moldeable, pintable y, sobre todo, tocable. Por eso también en estos momentos Yolanda trabaja con texturas todavía más permeables, más penetrables, más saboreables: ha empezado a trabajar ahora con comida.

Licenciada en Historia del arte, estaba con su doctorado, cuando, en contra de la opinión de los que la rodeaban, decidió abandonarlo todo, permaneciendo en hibernación durante unos cinco años. Por suerte, un día despertó y se dijo: “tengo que ponerme a hacer cosas…”. Y súbitamente eligió crear.

Para crear, necesitaba volver a sentirse viva. Pero no es fácil decidir “sentirse viva”. Para ello se aferró con obstinación al trabajo. Yolanda Relinque trabaja como bajo un designio íntimo que le ordena lo que tiene que hacer. Se puso a hacer su obra “porque era lo que tenía que hacer” —me dice.

Su obra nos relata también historias de nómada perpetua.

Debido al trabajo de su padre, cambiaban de domicilio, de ciudad y de provincia, hasta tres veces en un año. Ha vivido en casi todas las comunidades autónomas de España, e incluso aprendió catalán. Sin embargo, el sitio en el que dice que encontró finalmente arraigo, el lugar mágico en el que pudo sentirse como en casa, era Cádiz, la ciudad que considera como su verdadero hogar. Le gusta contar sus recuerdos, su experiencia viajera, viajar al exterior e integrar en su obra el paisaje en la figura. Por eso los personajes que pinta y que recorta llevan raíces y plantas y flores en su cuerpo. Sin embargo hoy en día su verdadero hogar es su taller: “Cuando entro por la puerta de mi taller —me dice— es como si entrara en otro mundo. Todo lo demás queda fuera, los problemas desaparecen… Es un lugar donde estoy a salvo”.

Me da la impresión de que Yolanda Relinque es su propia terapeuta. No sólo narra lo que siente, sino que, con su trabajo, también lo representa. Lo convierte en imágenes-escultura que se pueden tocar. Y acaso el objetivo último de toda obra sea el de curarse, buscar la salvación, encontrar la esperanza.

Fascinada por la figura del péndulo, Yolanda se autocontempla como inmersa en un ir y venir, que retorna al pasado, a la infancia, a los juguetes y a los vestiditos raídos de sus muñecas; pero no como un refugio, sino más bien como un revulsivo, tratando de mostrar lo que el tiempo ha destruido.

Pero en este juego pendular, Relinque sin embargo se embronca con Relinque. Se enfada consigo misma y se atormenta con todo lo que se esperaba de ella, y con todo el esfuerzo que ha hecho para sacarse del abismo. De algún modo parece que busca solventar un conflicto más íntimo que externo, un combate mortal consigo misma.

 

Obra Talisman Yolanda Relinque en exposicion  en galeria Theredoom 2

Obra Talisman Yolanda Relinque en exposicion en galeria Theredoom 2

 

obra de Yolanda Relinque titulada R&R Frances fotografia en MUPAM por Jose Luis Gutierrez

Obra de Yolanda Relinque titulada R&R Frances fotografia en MUPAM por Jose Luis Gutierrez

YolandaRelinque_TEXTURE obra en Charlotte13 Leipzig fotografia de Stephan Weitzel

Yolanda Relinque TEXTURE obra en Charlotte13 Leipzig fotografia de Stephan Weitzel

 

Exposición en Stuttgart

Exposición en Stuttgart

 

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